Siempre digo que el año empieza en septiembre, que es cuando todo arranca de nuevo, ya sea porque vuelves de vacaciones o porque los otros vuelven de vacaciones. Y además es cuando vienen los fascículos. Personalmente creo que es una buen momento para reflexionar y hacer planes para conseguir nuestras metas. Creo que es incluso mejor momento que año nuevo porque si lo haces bien, cuando llegue enero ya llevarás 4 meses de ventaja respecto a todo el mundo, y sobretodo ¿por qué esperar?
Ahora bien, tengo que avisarte de una cosa buena y mala que lei no hace mucho. Y esa cosa es que el mejor predictor del futuro de una persona es su pasado. Para mucha gente, digamos el 90%, eso se cumple porque simplemente no cambiamos, porque pasan los días y no hacemos nada diferente. Espero que no sea tu caso, y si lo es, espero que sea por elección o porque ya te va bien y porque estás consiguiendo lo que quieres. Pero si no es así, examina tu pasado y no permitas que sea tu futuro.
Como hoy no tengo mucho tiempo dejo una pieza sobre hábitos, algo que es fundamental para empezar a cambiar. Lo escribí hace un año en mi blog de posterous y me parece una pena que se pierda. Ahí va:
Sobre los hábitos
Como comento todos los años, ahora es cuando realmente empieza el año, cuando se acaban las vacaciones para empezar otro curso, otra era, otra temporada, otro lo que sea o para continuar con lo que andas haciendo haciéndolo mejor
Y por eso me parece que ahora es un buen momento para hacer cambios en la vida, para empezar cosas nuevas o simplemente para empezar la libreta con buena letra. Vamos, que es un buen momento para proponerse algo.
Esto me recuerda a algo que leí sobre los propósitos no hace mucho y es que, cuantos menos tengas al mismo tiempo mejor, si puede ser solo uno genial, y si puedes adoptarlo poco a poco mejor. Puede que a ti funcione empezar radicalmente, pero por lo general la mejor forma de crear hábitos es ir adaptándolos poco a poco.
Por ejemplo, si quieres dejar de fumar proponte fumar un cigarro menos cada día durante esta semana. Y la siguiente semana dos menos, la siguiente tres menos, y así sucesivamente hasta que lo dejes.
Esto es así porque resulta que nuestra fuerza de voluntad es finita y a medida que pasa el día se va acabando con lo cual se va haciendo más duro resistirse a la tentación. En cambio, si quieres crear o dejar un hábito de golpe se te va a hacer muy cuesta arriba, tanto que puede incluso que abandones o digas “solo una excepción”, y eso, amigos mios, eso es lo peor, en ese momento habrás perdido la batalla al no haber podido hacer frente a tu compromiso. Pero si, como comentaba, vas ganando pequeñas batallas, cada vez estarás más motivado para emprender esfuerzos mayores hasta que finalmente se convierta en un hábito.
Otra buena idea para lograrlo es contárselo a la gente que te importa y a la que valoras para que por una parte te animen y para que por otra te veas en la necesidad de cumplir lo prometido, pero en esto también hay truco, no hay que contarlo con demasiado entusiasmo, si no que lo tienes que contar como si fueras a pedir un favor. Tiene sentido, ¿no? Al menos a mucha gente le funciona, y al menos eso es lo que se demuestra en tropecientos estudios de psicología del comportamiento.
Más cosas. Un método interesante que ayuda a crear o eliminar hábitos es el contexto que te creas para hacerlo más fácil o más difícil, como dejar el bote de las galletas un par de metros más lejos de lo normal. O dejarte preparada la ropa de deporte el día anterior para que te cueste menos ponértela cuando te levantes.
Y una última idea para hoy: intenta rodearte de gente que tenga el hábito que quieres crear, las redes sociales (reales) tienen un peso increíble sobre nosotros, y por eso acabas siendo la media de las 5 personas con las que más te juntas. Si fuman… tendrás muchas posibilidades de hacerlo, al igual que si comen mucho o poco o hacen deporte o no. Si quieres leer algo interesante sobre el cambio y sobre como motivarlo no puedes dejar de leer “Cambia el Chip” o “Switch” en inglés.
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